‘Sueños de libertad’: Avance del capítulo 177 del jueves, 31 de octubre: Digna quiere acabar con el plan de Jesús

Estamos cerca de acabar una intensa y dramática semana en ‘Sueños de Libertad’. Sin duda, las cosas no parecen ir a mejor para los protagonistas de nuestra serie diaria favorita, cuyas vidas parecen ir a mayor dificultad con cada episodio que vemos. De momento, esto es lo que podemos esperar del capítulo 177, que se emitirá este jueves 31 de octubre a las 15:45h.

Gema habla con los Merino sobre lo que ha descubierto del negocio de Don Pedro y Jesús. Marta es muy exigente con Tasio y Joaquín trata de mediar entre ambos.

Julia sigue con sus pesadillas

Isidro quiere asegurarse de que las intenciones de Damián son honestas porque quiere lo mejor para Marta y sobre todo para Fina, su hija. Mientras, Claudia anima a Mateo a que arregle las cosas con su familia. Luis hace un importante descubrimiento acerca del negocio de Jesús y Don Pedro y Alberto confiesa a Luz la auténtica razón por la que vino a la colonia. Digna tiene un plan para boicotear los planes de negocio de Jesús con Don Pedro, todo mientras la pobre Julia sigue teniendo pesadillas…

María recuerda a Andrés que más tarde pasará por la mansión su viejo amigo Víctor Zárate y el exmilitar decide finalmente hacer el paripé y presentarse como el marido perfecto. En esas, Julia pide a su tío que la lleve a la exhibición de aves rapaces y éste sospecha enseguida de su esposa, afeándole que use a la niña para reconquistarlo.

En la cocina, Fina expone a Isidro que Damián quiere obsequiar a Marta con una casa de campo para que convivan las dos y se cuestiona si el patriarca quiere ganarse así de nuevo el afecto de su hija, pues está tan desesperado que hasta le rogó a ella que mediara. El caso es que el chófer no se fía del patrón.

En la cantina, Gaspar sigue lidiando con Tasio y Fina, que disienten a la hora de recomendarle cómo afrontar su relación epistolar con Dolores, a quien no se atreve a llamar. En contra de lo que argumentó la dependienta, el nuevo encargado alerta al tabernero sobre las mujeres que no envían su foto.

En las dependencias de los Merino, Joaquín no se explica la obsesión de Damián con Tasio, al que ha ascendido sin experiencia alguna. Entonces, Digna le desvela la verdad: el joven es hijo del patriarca, fruto de un lío extramatrimonial que éste tuvo con una camarera. Así, el gerente alucina mientras su madre le suplica discreción…

Entretanto, Tasio confiesa a Carmen que se siente inseguro ante la responsabilidad que entraña ser el encargado de la fábrica, y más teniendo en cuenta que ha sido una imposición de Damián a Joaquín y Marta para tenerlo contento. Sin embargo, la sevillana afirma que si su padre biológico ha apostado por él es porque piensa que está a la altura.

A todo esto, Gema descubre la pluma que Miriam regaló a Joaquín y esté reconoce que se trata de un detalle de su secretaria. La sirvienta no entiende a santo de qué le ha comprado la chica algo tan caro a su marido y él intenta rehuir el tema con mil excusas. Al final, ella estalla de celos.

Acto seguido, a sabiendas de que Joaquín no está allí, Gema se presenta en la fábrica y le restriega a Miriam que su esposo le ha contado su desencanto con los hombres y le ha ensañado la pluma que le regaló. Además, la invita a merendar cuando desee antes de avisarle de que las mujeres no se ponen la zancadilla entre ellas…

En Toledo, Digna se topa con Pedro y ambos acaban tomando café, charlando de su niñez y desahogándose sobre sus hijos. Él admite que no se ha portado bien con Mateo y ella que echa de menos a Valentín. Aunque sabe que se está metiendo donde no la llaman, la gobernanta advierte a Carpena sobre Jesús…

En la mansión, María recibe al tal Víctor Zárate, que la colma de piropos nada más verla, aunque intuye que algo no marcha bien. En ese momento, llega Andrés y su amigo comenta que está en Toledo para escribir un libro de viajes. La pareja, efectivamente, finge que su matrimonio va como la seda y luego el visitante y la joven se marchan juntos de vinos.

En el laboratorio, Luz asegura a Luis que ya no tiene miedo de Alberto, pues ha resultado ser un buen tipo que solo quiere ayudar con la casa cuna. Y en la capilla, don Agustín sugiere a Mateo que su dispensa se ha resuelto tan rápido por la amistad de su padre con el cardenal.

Por su parte, Digna encarga a Gema que averigüe qué negocios se traen Jesús y Carpena entre manos y la sirvienta se sorprende de lo mucho que ha cambiado su suegra. Y en el despacho, Damián aclara a Marta que no pretende intercambiar su perdón por una casa, sino ofrecerle un hogar para que sea feliz con Fina, emocionando a su hija, que la acepta.

Y Gema, cumpliendo las órdenes de Digna, pone la oreja en la conversación entre Jesús y Pedro, que hablan de tierras, contratos, arquitectos, constructores y nombran a un tal Felipe Manzanares. De pronto, el primogénito de los De la Reina nota movimiento detrás de la puerta y, al abrir, pilla a la sirvienta…